CONSILIARIO

PARROQUIA SANTA MARÍA DE LA ENCARNACIÓN DE LOJA


Os saludo afectuosamente a todos los que visitáis la Hermandad a través de su página web.

Esta Hermandad tiene su sede en la Ermita de Nuestra Señora de la
Caridad, dependiente de esta Parroquia de Santa María de la Encarnación (Iglesia Mayor) de Loja.

Siglos de historia de la Fe de un pueblo que ha ido madurando en torno a nuestra hermosa patrona en pleno casco histórico de nuestra localidad, donde una humilde construcción, hace de joyero de nuestra queridísima patrona, la joya más valiosa y hermosa de nuestro.

La Parroquia, como comunidad de comunidades, integra esta hermandad patronal, además de otras siete hermandades y demás grupos parroquiales.

¿Qué es una Cofradía o Hermandad? El papa Francisco, en la exhortación programática de su pontificado, titulada “La Alegría del Evangelio” (Evangelii Gaudium), valoró muy positivamente la piedad popular, configurada a lo largo de los siglos de múltiples maneras, como un cauce para la evangelización. La piedad y la devoción de los fieles católicos han ido configurándose históricamente en torno a imágenes sagradas que, en muchos casos, hicieron nacer las Hermandades y Cofradías. Indica el Pontífice que en «los países de tradición católica se tratará de acompañar, cuidar y fortalecer la riqueza que ya existe, (…)», procurando siempre la purificación y el crecimiento de lo que existe (n. 69): «Hay cierto cristianismo de devociones, propio de una vivencia individual y sentimental de la fe, que en realidad no responde a una auténtica “piedad popular”. Algunos promueven estas expresiones sin preocuparse por la
promoción social y la formación de los fieles, y en ciertos casos lo hacen para obtener beneficios económicos o algún poder sobre los demás» (n. 70). Y recoge una cita del papa San Pablo VI, quien afirmó que la piedad popular «refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer» y que «hace capaz de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe» (Ex. Ap. Evangelii nuntiandi).

Esto mismo lo podemos afirmar de nuestra hermandad patronal. En ella se contiene un elemento esencial de la Fe de nuestro pueblo andaluz y lojeño que ha ido madurando a lo largo de siglos de historia. Por ello, afirma el papa que «para entender esta realidad hace falta acercarse a ella con la mirada del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar» (n. 125). Esa mirada respetuosa nos ayudará a comprender un fenómeno complejo por su historia y por la diversidad de elementos que lo componen. Y no solo es
necesario ese respeto porque nos asiste la libertad religiosa sino porque nuestras hermandades y cofradías constituyen la realidad asociativa más relevante en nuestro pueblo y en nuestra historia y cultura moderna y contemporánea.

Hermandades y evangelización. El papa Francisco valora también
positivamente el potencial de las Hermandades para la evangelización, en primer lugar de sus miembros, y también para otros a través de sus actuaciones: «En la piedad popular, por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace una fuerza activamente evangelizadora que no podemos menospreciar: sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Más bien estamos llamados a alentarla y fortalecerla para profundizar el proceso de inculturación que es una realidad nunca acabada. Las expresiones de la piedad popular tienen mucho que enseñarnos y, para quien sabe leerlas, son un lugar teológico al que debemos prestar atención, particularmente a la
hora de pensar la nueva evangelización» (n. 126). Estas indicaciones del Papa Francisco son una prioridad en nuestra Parroquia.

En este momento tan importante de la historia de la humanidad y de la Iglesia, nuestra Hermandad está llamada a mostrar a cada uno de sus miembros y al mundo el amor de Dios manifestado en Cristo Jesús y la Virgen Santísima. Para ello contamos con la belleza de la imagen de la Virgen de la Caridad. Puesto que toda la Iglesia tiene como razón de ser la evangelización, también nuestra Hermandad evangeliza a través del testimonio fraterno y de su hermosa imagen.

Comunión y misión. Una Hermandad es una asociación pública de fieles católicos que se rige por sus propios estatutos que nos marcan nuestra identidad, su estructura de gobierno, funcionamiento y fines esenciales. No es una realidad eclesial nacida para retroalimentarse ni para vivir centrada en sí misma, sino para ser un instrumento eficaz de evangelización. Por ello está llamada a renovarse continuamente en sus miembros y en sus estructuras para ser cada vez más conformes al Evangelio. El Santo Evangelio es nuestra norma de vida y nuestros Estatutos concretan lo que la Madre Iglesia espera de nosotros. Inserta en esta Parroquia, la Hermandad participa del objetivo común de ser una comunidad de fe, fraterna y unida,
evangelizada y evangelizadora, abierta y siempre dispuesta a ayudar a los más necesitados. Una gran familia, unida por la fe y la devoción.

Desde aquí enviamos un saludo cordial a todos los que nos visiten, en nombre de esta gran familia que componemos esta Hermandad: tantos niños a los que sus padres están transmitiendo la devoción a la patrona y a los que tratamos de educar en la fe cristiana de manera integral; tan buenos jóvenes que van creciendo y madurando en ella; los adultos a los que ayudamos a profundizar en el Evangelio como norma de vida que da sentido a todas nuestras actividades y a la misma Hermandad; y muchas familias enteras (abuelos, padres y nietos) que viven su fe con nosotros.

Nuestro patrimonio más grande son todos sus miembros que se reúnen con frecuencia en múltiples actividades de convivencia, cultos y procesiones.

Y vamos caminando respondiendo a nuestra vocación de formar, día a día, una hermandad cristiana, una escuela de discípulos de Cristo.

Teniendo como ejemplo la Virgen de la Caridad bajo su mirada atenta y protección materna nos llama a descubrir a su hijo resucitado y a seguirle unidos en la Iglesia.

D. Juan Carlos Hidalgo Zúñiga, Párroco y Consiliario de la Hermandad Patronal.